RESUMEN:
Un estudio apunta a que los desechos plásticos que flotan en el mar han creado un nuevo espacio en el que las especies pueden sobrevivir y reproducirse
Se han aferrado al plástico y, ahora, decenas de especies costeras viven y se reproducen en mitad del océano, en la gran isla de basura del Pacífico que flota entre Hawái y California. Hay anémonas de mar, ostras japonesas, mejillones, camarones, hidrozoos con forma de pluma... Un descubrimiento que, según los autores del estudio publicado en 'Nature Ecology & Evolution', podría indicar la existencia de un nuevo tipo de ecosistema marino, con especies que antes eran incapaces de sobrevivir en mar abierto.
El equipo liderado por Linsey Haram, del Centro de Investigación Ambiental Smithsonian, recolectó 105 artículos de desechos plásticos flotantes de la isla de basura del Pacífico Norte Oriental entre noviembre de 2018 y enero de 2019. Encontraron evidencias de especies costeras vivas en el 70,5% de los desechos analizados.
«Nos sorprendió mucho encontrar 37 especies diferentes de invertebrados que normalmente viven en aguas costeras, no solo sobreviviendo en el plástico sino también reproduciéndose», dice Haram. «También nos impresionó la facilidad con la que las especies costeras colonizaron nuevos elementos flotantes, incluidos nuestros propios instrumentos, una observación que estamos investigando más a fondo», continúa.
En realidad, los investigadores ya sabían que las especies marinas se pueden dispersar por el océano en restos de plástico. Lo vieron con los desechos del tsunami de Japón de 2011: aquellos que llegaron años después a las costas de EE.UU. iban cargados de especies japonesas, incluyendo 60 tipos de moluscos. Así que si sobrevivieron a la travesía, el equipo de científicos quería saber si también lo harían al sol implacable y a la escasez de alimentos de la superficie oceánica.
«Nuestros resultados demuestran que el ambiente oceánico y el plástico flotante son claramente hospitalarios para las especies costeras», concluye ahora el estudio, que asegura que las especies pueden sobrevivir, reproducirse y tener estructuras de población complejas en el océano abierto.
A estas especies solo les faltaba una base sobre la que asentarse y, gracias a los plásticos, ya la tienen. Se trata de un problema que seguirá aumentando de forma exponencial en las próximas décadas, según las proyecciones de generación de residuos plásticos. Solo en 2019, 22 millones de toneladas de plástico fueron al medio ambiente, incluidas 6 Mt en ríos, lagos y océanos, según la OCDE. Los plásticos representan «al menos el 85% de la basura marina total», según la ONU.
«La 'plásticosfera' ahora puede brindar nuevas oportunidades extraordinarias para que las especies costeras expandan sus poblaciones hacia el océano abierto y se conviertan en una parte permanente de la comunidad pelágica, alterando fundamentalmente las comunidades oceánicas y los procesos de los ecosistemas en este entorno», continúan los investigadores. Tendrá consecuencias también en la dispersión de especies a nivel mundial, aumentando el riesgo de especies invasoras, por lo que piden ahondar en las investigaciones.
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